sábado, 30 de agosto de 2014

Inversión


Rendirse ante las circunstancias
es lo opuesto
 a rendirse a las circunstancias.
Rendirse a las circunstancias
es la separación a través de la proyección
Rendirse ante las circunstancias
es la unión a través de la aceptación


Aceptación




Desde este plano
 la visión de la Unidad
 se alcanza 
mediante la comprensión
 de la unidad entre tu y tus circunstancias
a través de la aceptación incondicional de las mismas



viernes, 22 de agosto de 2014

Apariencias


En el fondo del ego yace del miedo

Ecuanimidad


En el proceso de dejar que lo falso caiga por su propio peso,
 debes estar preparado para soportar el peso de lo falso justo antes de que caiga.

martes, 19 de agosto de 2014

Espejos



Cuando te veas a ti en todas tus relaciones, comprenderás que a quien ves 
no es a Ti,
 y ese sera el fin del ego

...


Observa en cada relación en la que te veas arrastrado por una emoción la manifestación de una creencia
Pues nada puedes ver fuera que dentro tuyo no esté
Observando la creencia la integras, e integrando la creencia la creencia se desvanecerá.
Es justamente éste el camino hacia la reconexión con tu verdadero ser, el ser
Observa entonces las creencias fuera y dentro se desvanecerán.
Y desvaneciéndose dentro dejan de reproducirse fuera.
De adentro hacia afuera, de afuera hacia adentro.

Entonces hazte la siguiente pregunta:
Te sientes atacado por alguien/algo externo a ti o ves como tu te atacas a ti mismo y así dejas de atacarte?

T i e m p o





Toda
relación
con
el
tiempo
es
una
actuación 
que 
no 
permite 

el libre fluir de la Verdad a través Tu verdad

Creenciastiempocreencias


Son tus creencias más arraigadas aquellas que más temor te genera cambiar, porque cambiar estas creencias representa el ataque más directo a los cimientos de aquello que crees ser.
Pero aquello que crees ser es como el agua, cambia a cada instante.
Hazte pues la siguiente pregunta:
En qué creencias te desplazas por lo que conoces como tiempo?
A través de que creencias te vas moviendo desde el pasado hacia el futuro?
Porque aquello que tu llamas tiempo se cimienta justamente en esas creencias.
Y cuando desarticulas las creencias sientes que te desarticulas a ti mismo, porque te sales del tiempo, que es tu marco de referencia desde el ego, aquello que “te contiene” y a su vez te limita (eres lo que solías ser en el pasado, que a su vez te da la "guía" de cómo ser en el futuro).
Pero sin tiempo ya no sabes qué eres, y esto puede generar temor, porque fuera del tiempo no puede existir el ego.
Sin tiempo no hay creencias, y el ego se desvanece.
Y qué queda cuando se desvanece el ego?

lunes, 18 de agosto de 2014

Fidelidad


Hazte la siguiente pregunta:
Por qué razón trabajas todos los días en algo que no amas? Por qué has estudiado aquello que en realidad no deseabas estudiar?
Esta vez elijo darte la respuesta:
La razón por la que pasas tus días inmerso en una farsa de ti mismo, es porque estas siendo fiel, día tras día y sin detenerte a mirar, al patrón de perfección de tu árbol genealógico, mas concretamente al patrón de perfección de tu padre y de tu madre. 
Era importante para tus padres que fueras inteligente y profesional, que tuvieras un titulo, una "seguridad", porque para sus propias vidas esto era importante.
Hazte ahora otra pregunta:
Y qué si tu padre, fiel a una familia de profesionales, había en realidad había venido a esta vida a realizarse como músico o pintor, y tu madre, fiel a una familia intelectual, en realidad vino a vivir una vida consagrada a la danza o a la sanación, y fueron ellos mismos quienes se olvidaron de si mismos y vivieron su vida siendo error?
Lo que nos lleva a la siguiente y ultima pregunta: :
Y qué si estas siendo fiel a un error?

domingo, 17 de agosto de 2014

El Retorno de Poder


Cuando veo que lo que percibo como mi entorno no es más que la proyección de mis creencias, estas creencias pierden el poder del cual yo las revestía, y puedo crear entonces de acuerdo a Mi Verdad.
Las circunstancias son neutras, si las revisto de mis creencias fortalezco estas creencias y en la realidad las valido, re-creando mis creencias en las circunstancias.
Cuando comprendo que soy yo quien estoy re-creando mis circunstancias, accedo a la creencia, y a partir de esta toma de consciencia el poder de la creencia retorna a mí, y el pensamiento se vuelve Creador. 
Dejo entonces de proyectarme y me comienzo a extender

"El resto, los demás y el sacrificio"


Así es que toda vez que tú haces algo “por el resto” te restas, como toda vez que tú haces algo “por los demás” está de más. Pero no por las razones que tu mente egotista (y no digo egoísta sino egotista!) puede ilusoriamente elucubrar, sino por el simple hecho de que no existe tal cosa como “el resto”, no hay tal cosa como “los demás”.
El solo hecho entonces de percibir el resto y los demás como entidades ajenas a ti y actuar en consecuencia de esta falsa percepción hará que hagas cosas y que actúes de maneras que “te restan” y que “están de más”,  incluyendo una cosa a la otra, porque son uno y lo mismo. Es justamente al revés de lo que desde la mente egotista estás acostumbrado a percibir.
Toda vez que te pilles actuando por el resto o por los demás, sabrás que estas actuando desde la ilusión a través del sacrificio.
Y cuando esto comprendes desde la raíz misma de tu Ser, es entonces  que la Rueda del Sacrificio puedes trascender, porque ya no existe el resto, ya no existen los demás.

"Los Demás"




Así como en nuestra manera de percibir el mundo existo yo y existe "el resto", otra forma en que expresamos esta manera de percibir es haciendo referencia al mundo como conformado por yo y por “los demás”.
Una vez más, si desglosamos la expresión (y no requiere demasiado desglose más que prestar atención a su estructura), la expresión “los demás” tare implícito el concepto de que estoy yo y está el resto que esta “de más”. Aquello que no soy yo esta de más, aquello que no soy yo sobra.
Debo entonces excluir todo aquello que no soy yo…porque yo soy suficiente (si algo esta demás, es porque sin ese algo lo que hay ya es suficiente). Excluyo de esta manera todo aquello que no es “yo”, excluyo a los demás, justamente porque están de más.
Es esta la raíz del ataque.
Y si, al igual que con el concepto del “resto”, profundizamos mas allá de la primer capa de entendimiento, vemos que una vez más la raíz de todo ataque se basa en la idea primigenia de la separación, por un lado estoy yo, por el otro los demás.
Así pues, de todo “el resto” que no es yo debo defenderme porque me resta y a todo “lo demás” que no son yo debo atacar por estar de más.
De esta manera defensa y ataque surgen ambos y a la vez como hijos primogénitos del miedo, que surge a su vez de la idea primigenia de la separación.
De esto surge entonces que solo identificando aquello de lo que creemos debemos defendernos,  y registrando aquello a lo que creemos debemos atacar es que podemos ver de frente nuestros miedos…y a través de la visión de la estructura básica de estos miedos logramos trascender la ilusión de la separación.
Deja entonces de existir “el resto”, y dejan de existir “los demás”.



"El Resto"



Existe una manera de percibir el mundo que pocas veces nos detenemos a cuestionar (por no decir nunca en muchos casos). Y es la idea de percibir la conformación básica de nuestro mundo como yo y el resto. Todo sucede en un ámbito donde existo yo y existe el resto.
Entonces...existo yo y existe el "el resto". 
Y si nos detenemos en esta expresión, en esta forma de denominar lo que conocemos como nuestro entorno, el hecho de calificarlo como el "resto" trae implícito el concepto de resta. Lo que no soy yo es resta, me resta. Aquello que no soy yo me quita. Debo entonces defenderme, protegerme para que algo no me sea quitado y no devenga yo por esta razón menos de lo que soy. Debo defenderme de algo externo, un peligro que amenaza con quitarme, con restarme. 
Así es como surge el miedo. 
Y si profundizamos un poco mas, mas allá de la primer capa de este proceso de pensamiento, vemos que este miedo no surge mas que de la idea de que hay un yo y hay un "resto"...la idea primigenia de la separación, la raíz de todo miedo.