Liberándonos, entonces, de nuestros apegos, es decir, liberando la emoción, accederemos a la contemplación nuestro verdadero Ser.
La Realidad, cualquiera ésta sea, es siempre a nuestra Imagen y Semejanza. En ella está el espejo que nos devuelve todos aquellos aspectos del ego a ser vistos, y así trascendidos, y así desarmados y liberados. Por esto, estemos atentos a nuestra realidad....
sábado, 12 de abril de 2014
Atención a la emoción (II)
Llegado al
punto en que alcanzamos la Visión de Unidad, el “aprendizaje” ya no será
necesario. La realidad dejará de ser espejo. Porque el reflejo ya no será necesario
para facilitar la desarticulación del ego, porque ya no habrá ego. Ya no habrá
reflejo en el espejo, porque el espejo, en realidad, nunca existió. Porque el
espejo es la dualidad. Y en la no dualidad, en la Unidad no hay espejo.Cuando no nos
identificamos con una situación determinada, ésto quiere decir que en ella no
nos vemos reflejados. Es ésta, pues, una situación que hemos trascendido (un aspecto
de nuestro ego que hemos liberado). Porque al no identificarnos con esa
situación habremos liberado la emoción (aquella parte del ego) que a ella nos
mantenía atados. Liberando la emoción, es decir, reconociendo en la “realidad”
la sombra que en ella se refleja, y reconociendo esta sombra como una maestra
que nos permite trascender viejos patrones transmitidos, comprenderemos esa
realidad, y ella se volverá catalizadora de nuestra evolución. De otra manera, esa
misma realidad solo será reproductora de aquellos viejos patrones, es decir,
seguirá siendo espejo porque permaneceremos identificados con ella.Estemos
entonces atentos a aquellas situaciones en las que nos veamos en espejo, es
decir, aquellas situaciones con las que nos identifiquemos a través de una emoción
(la emoción es apego). Porque son justamente éstas las situaciones catalizadoras para nuestro
aprendizaje. Son estas situaciones “accesos directos” al camino recto que nos
conducirá al recuerdo de quienes somos. Identificándonos con la situación estaremos,
pues, reproduciéndola, y continuará ésta
siendo espejo hasta que de ella nos desidentifiquemos, y así veamos el
aprendizaje en ella implícito.Aquellas
situaciones que vivimos libres de emoción (y digo emoción, no sentimiento, pues emoción
y sentimiento son cosas infinitamente diferentes) son aquellas en las que
conectamos con nuestro Ser Superior. No podremos conectar con nuestro Ser
Superior en tanto permanezcamos viviendo las relaciones desde los apegos.
Liberándonos, entonces, de nuestros apegos, es decir, liberando la emoción, accederemos a la contemplación nuestro verdadero Ser.
Liberándonos, entonces, de nuestros apegos, es decir, liberando la emoción, accederemos a la contemplación nuestro verdadero Ser.
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